En el mundo de la hostelería el consumo de productos congelados ha ido creciendo debido al aumento de la calidad que suponen estos productos y platos congelados de quinta gama. Hay varios factores que han convencido a muchos profesionales de las ventajas de la conservación en congelado.

1 – Mayor variedad en la oferta

Si se utilizan productos frescos de temporada la oferta tiene que ceñirse a la estacionalidad de éste. Por este motivo, los productos congelados permiten más variedad de oferta y la posibilidad de ofrecer más variedad y satisfacción a los clientes.

2 – El precio es muy competitivo

Los productos congelados permiten una reducción de costes y una mayor eficiencia en la gestión de la cocina que resulta en un ahorro y por tanto la posibilidad de ofrecer precios más competitivos.

3 – Hay menos mermas

No hay nada peor que tirar comida porque se ha estropeado. Los platos de quinta gama congelados permiten la conservación por mucho más tiempo, regenerando sólo aquellas cantidades que sean necesarias y adaptándose de manera muy flexible a la demanda en cada momento.

4 – Garantía de higiene y seguridad alimentaria

La congelación es una de las técnicas de conservación de alimentos más eficaces y usadas. Tanto la congelación como la ultracongelación, utilizada en la industria, suponen un método de preservación que garantiza la inocuidad de los alimentos así como el mantenimiento de la calidad sensorial y organoléptica de los mismos. No obstante, el control del proceso de ultracongelación resulta vital para garantizar la posterior conservación y seguridad de los productos.

5 – Buen sabor y calidad

Desde hace años los procesos de congelación se han ido mejorando para conservar mejor las propiedades organolépticas de los productos. El sabor, olor, textura y color pueden ser exquisitos, sin diferencia alguna con los platos elaborados al momento.